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Batalla de Cerisoles 1544

CERISOLES 1544  

    En el Piamonte, cerca de Turín se desarrollaría esta sangrienta batalla campal en la que Francisco de Borbón, conde de Enghien (hijo de Carlos de Borbón) venció a las tropas de Alfonso Ávalos de marera estrepitosa con innumerables bajas por parte de este.
Lombardía de nuevo fue germen que llevaría a la guerra entre Francia y España en 1542. Francisco ansiaba tener estos territorios y para ello mandó de nuevo un contingente comandado por Francisco de Borbón. Alfonso de Ávalos que era el Gobernador de Milán saldría a su encuentro en el Piamonte, cerca de Turín. Allí se desarrollaría una batalla campal en la que reinaría la confusión hasta el final. El propio Enghien creyéndola perdida intentaría suicidarse.

FUERZAS REUNIDAS

El 11 de abril en los campos de Cerisoles se encontrarían las fuerzas francesas e imperiales para luchar por el control de Milán. Las fuerzas de ambos ejércitos estaban equilibradas sobre los 15.000 soldados y 20 piezas de artillería.
Los imperiales formarían de la siguiente manera. En el norte la caballería ligera de Lannoy, la infantería española de Cardona y la caballería pesada de Avalos y Gonzaga. Al sur la infantería italiana de Salermo y la caballería de Bagliani.
En el norte por parte francesa estaba la caballería ligera de Dampierre, la infantería francesa e italiana de Descroz, en el centro la suiza y la caballería pesada de Enghien y al sur caballería pesada, infantería de De Tais y caballería ligera.

LA BATALLA

La batalla comienza con escaramuzas de arcabuceros de ambos bandos sin resultados claros, dando seguidamente comienzo el choque de ambos ejércitos. Se presentaría en los tres frentes con resultado distintos.
Francisco de Borbón
En el sur la infantería y caballería francesa vence a la florentina de Bagliani llegando hasta la infantería que logra detener el avance de los caballos franceses. Estos permanecerían inmóviles en su posición toda la batalla hasta que viendo como el centro cedía huyeron a la ciudad de Asti.
En el centro, Madruzzo dividió sus lansquenetes en dos cuerpos. Uno avanzaría contra los suizos y el otro más al sur se enfrentaría a los infantes de De Tais. Des Tehemes estuvo hábil y su caballería liguera del sur atacaría a los lansquenetes del grupo sur. La lucha aquí fue cruel, la mezcla de piqueros y arcabuceros hizo que las bajas de ambos fueran enormes. También la caballería pesada de Boutiéres entró en combate. La caballería pesada de Avalos acude en ayuda de centro y es repelida capturando a Carlo Gonzaga. Los alemanes empiezan a ceder ante este empuje. Los suizos cargaron sin piedad sobre los lansquenetes causando enormes bajas en estos sin hacer prisioneros. Salermo en el sur viendo como eran masacrados los alemanes, vio por perdida la batalla y se retiró.
Alfonso de Ávalos
Poe el flanco norte las cosas iban mejor para los españoles. La caballería francesa derroto a la de Lannoy, pero la infantería española de Cardona destrozo a la italiana de Descroz, rompiendo sus líneas. Enghien desde el centro corrió al auxilio lanzando su caballería pesada contra los piqueros españoles por dos veces sin conseguir romper su formación. Con la llegada de refuerzos de la caballería ligera de Dempierre, vuelve a la carga siendo de nuevo repelidos. Con muchas bajas Enghien cree perdida la batalla, e intenta acuchillarse por sentirse perdedor, cuando llegan noticias de que el centro imperial ha cedido. Cardona también conoce esta noticia y tiene que retirarse por miedo a verse envuelto por los suizos. La falta de comunicación de Ávalos con sus flancos hizo que no se pudiesen utilizar todas fuerzas en la batalla, quedando en un segundo plano la infantería de su flanco sur sin asistir al centro que se llevó todo el peso de la batalla. Los franceses presumieron de su caballería, y es cierto que supero con creces en los tres frentes a la imperial, pero las cargas contra la infantería de Cardona fueron repelidas, demostrando que la formaciones de piqueros y arcabuceros podía detenerlos.

Las cifras de la batalla oscilan mucho según las fuentes consultas. Es cierto que los lansquenetes sufrieron enormes bajas, y las totales de los imperiales pueden oscilar entre cinco y diez mil bajas, entre muertos y heridos, más 3.000 prisioneros. Por parte francesa serían unos 2.000 hombres. Fue una victoria francesa aplastante, la mayor que habían conseguido hasta la fecha en territorio italiano.
Esta gran victoria no fraguó en la toma de Lombardía, ya que Avalos tenía tomadas las ciudades más importantes que estaban bien fortificadas y pudo resistir hasta reconstruir su ejército. Ávalos les vencería dos meses después en Serravalle, dejando libre Italia de franceses.