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Batalla del golfo de Girolata 1540

 DRAGUT ES ATRAPADO

    Después de las victorias de Preveza y Castelnuovo los otomanos se sienten más seguros y atrevidos en el Mediterráneo. La Santa Liga ya se ha disuelto y la desmembración de la unidad de los reinos cristianos propicia que sus costas estén menos protegidas del asalto de los corsarios turcos.

En el verano de 1540 Soliman se ve envuelto en una guerra con Fernando I sobre Hungría a la muerte de Juan Zálpolya con lo cual Barbarroja no dispondría de tantos recursos ni hombres para atacar las costas mediterráneas. Mandó a Turgut Reins, conocido por los cristianos como Dragut, a piratear las costas italianas y las rutas marítimas españolas, quedándose él en la zona oriental del Mediterráneo. Comenzó tomando cuatro galeras venecianas. Entretanto Andrea Doria movilizó 80 agaleras para buscarlo. Dividió su escuadra en cinco para vigilar el Mediterráneo. Andrea fue a los Gelves en Túnez pero allí no lo encontraría.

Golfo de Girolata
Pero una de las escuadras al mando de su sobrino predilecto y heredero, Joanetin Doria y el capitán de las galeras de Sicilia Berenguer de Requesens, con 21 barcos fueron enviados a vigilar Córcega y Cerdeña. Tuvieron noticias de unos barcos sospechosos con rumbo a Córcega. Siguiendo ese rumbo llegaron el 15 de junio al golfo de Girolata, ¡y bingo!, allí estaba amarrada la flotilla de Dragut. Este con su tripulación habían desembarcado para repartirse el botín obtenido de sus robos. Muy descuidadamente  no dejó a ninguna galera en labor de vigilancia, algo atípico en un corsario, quizás por la tranquilidad del lugar o la seguridad que tenía de sus acciones.

Dragut
Sea como fuere la sorpresa fue superlativa, algunos estaban incluso durmiendo cuando aparecieron las galeras españolas en el golfo, y no tuvieron otra que huir tierra adentro abandonando los barcos. Solo los más cercanos a Dragut fueron a tomar algunas galeras, pero no llegaron ni a disparar cuando fue asaltada su nave.

Son capturadas las 11 galeras, incluyendo a su capitán Dragut, encontrándose entre ellas dos venecianas tomadas en Preveza dos años antes. Se hicieron 1.200 prisioneros y se liberaron otros tantos cautivos cristianos.

Dragut fue condenado a pasar el resto de sus días como galeote, hasta que Barbarroja pagó un rescate de 3.500 ducados por él. Fue un gravísimo error permitir su liberación, ya que Dragut no hizo mas que engordar su currículum de asaltos por el Mediterráneo tras su liberación. Doria lo hizo por si alguna vez le ocurría algo similar a alguno de sus allegados poder pactar con Barbarroja, como siempre el  Príncipe mirando sus intereses lo primero.

Andrea Doria formó una escuadra de 51 galeras y 30 galeotas y fustas en las que embarcó 14 compañías de los tercios de Fernando Gonzaga, virrey de Sicilia y García Álvarez de Toledo, marqués de Villafranca para tomar posiciones de la costa tunecina, ya sin el peligro de los barcos de Dragut. La empresa fue un rotundo éxito tomando las plazas de Monastir, Susa, Mahometa y Calibía, que se entregaron al rey  Mohammed V de la dinastía Hásfsida.