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Castelnuovo 1539, su defensa hasta el último hombre.

ASEDIO DE CASTELNUOVO

    Después de la derrota de Preveza los almirantes de la Santa Liga, Doria, Capello y Grimani quieren limpiar su honor tomando alguna plaza a los otomanos que les sirva de base para futuras incursiones. La ciudad elegida es Castelnuovo, en la actual Montenegro, en el Adriático.

TOMA DE CASTELNUOVO POR LA SANTA LIGA 1538

La flota cristiana llega a Castelnuovo en 24 de octubre de 1538, la actual Herceg Novi. Bloquean la ciudad y la asaltan. Sus defensores se entregan rápidamente anta la imposibilidad de defenderla y para el día 28 ya ondean las banderas de la Santa Liga en la cuidad.

Barbarroja enterado de que Doria ha desembarcado en Castelnuovo zarpa desde Preveza hacia la costa Dálmata con 140 barcos. Al aproximarse a Castelnuovo ve las banderas cristianas sobre la ciudad ya tomada comprobando que nada puede hacer y decide retirarse. Esa misma noche se ve envuelto una tormenta que le ocasiona numerosas pérdidas y averías en sus galeras. Se estima que unas 40 galeras se perderían, y otras muchas dañadas por el mal tiempo. Aprovechando la ocasión Doria es tentado por sus consejeros a salir en busca de Barbarroja que tiene muchos barcos averiados y otros perdidos, pero este no se atreve haciendo gala de su conservadurismo, que impedirá que el genovés pase como uno de los grandes almirantes de la historia. Piensa que le puede ocurrir lo mismo que a la flota otomana, ya que en el mes de noviembre es fácil ser sorprendido por una tormenta.

De nuevo en Castelnuovo, y según el tratado de la Santa Liga, todo territorio tomado a los turcos en el Adriático pasaría a ser administrado por Venecia. Pero Doria y los españoles se negaron a ello, quizás porque seguían recriminado a los venecianos su aptitud en la batalla de Preveza, quizás por encontrarle un sitio adecuado al nuevo tercio de Sarmiento donde pasar el invierno, no se sabe bien porqué pero lo cierto es que la plaza quedo asignada a los tercios españoles. Fue una nefasta decisión como veremos más adelante. Ese empecinamiento de que el recientemente creado tercio de Francisco Sarmiento, que era su maestre, formado con catorce compañías de los tercios de Lombardía, Nápoles, Florencia y Málaga, pasase allí el invierno, carecía de sentido logístico por encontrarse aislado y dependiente de una flota que era una coalición en la cual había muchos recelos e intereses no siempre coincidentes. Y también carecía de sentido estratégico, porque allí poco podía hacer un tercio frente a todo el Imperio Otomano. Esta decisión de que se quedasen en la recién tomada Castelnuovo a pasar el invierno, era a la espera de que la Santa Liga siguiese al año siguiente, usando la ciudad como base para futuras acciones. También se pudo deber ante la problemática de donde llevar a los soldados, ninguna ciudad era receptiva en acogerlos debido a los altercados que ocasionaban por donde iban, más aun cuando estaban entre sus filas compañías del  tercio viejo de Lombardía que se había amotinado con anterioridad. Sea como fuere el caso es que esta torpísima decisión fue tomada y allí se quedaron guarecidos todo el  invierno.

Castelnuovo

Una vez  asentado allí Sarmiento comenzó a preparar las defensas de la ciudad, máxime sabiendo de la precaria situación estratégica en la que se encontraba. Empiezan a llegar las primeras noticias de que la Santa Liga no tiene intención de prolongar su existencia. Los españoles ya habían cambiado de opinión y ofrecido la plaza a Venecia, tal y como rezaba en el tratado, pero esta ya no la quiere, ha comenzado a negociar con Solimán por separado para garantizarse sus rutas comerciales a cambio de  una compensación económica, lo que comienza a dejar en muy mala posición a los de Sarmiento. En Italia solo se contaba con 45 galeras al mando de Joanetín Doria, sobrino de Andrea Doria y la flota que estaba creando Barbarroja era mayor aun que la del año pasado contando con 200 embarcaciones.

En invierno ya son acosados por los turcos intentando un asalto terrestre sobre la ciudad pero son repelidos los invasores dejando tras de sí su artillería.

Ante la falta de vituallas se hacen salidas en un amplio perímetro para buscar alimentos. Tres embarcaciones tomadas en el puerto de Castelnuovo son usadas como corsarias para buscar barcos con comida ante la escasez reinante en la ciudad, comenzando así el racionamiento.

Doria consigue abastecer a la ciudad con varios barcos sabedor de que se aproxima una flota muy superior de naves enemigas y les será imposible seguir haciéndolo en el futuro si se bloquea el puerto. Sarmiento le hace llegar continua correspondencia a Doria de su situación, sabedores ambos de la dificultad de poder defender la ciudad en el caso de ser atacada por la flota enemiga. Doria le da carta blanca para que llegado el momento pacte con Barbarroja.

COMIENZA EL ASEDIO

Ya adentrados en el mes de junio de 1539 Barbarroja llega al Adriático. Manda a Dragut desembarcar en las proximidades para buscar un asentamiento para su ejército. Pero los españoles que estaban en las inmediaciones buscando alimentos los detectan. Se prepara una salida contra las fuerzas desembarcadas por Dragut. En el enfrentamiento son superados los turcos teniendo que embarcar de a toda velocidad, no sería la última vez, ante el empuje de los tercios. Los españoles hacen prisioneros a los cuales se les interroga para saber las pretensiones de los atacantes, y se confirma lo que era un secreto a voces, Barbarroja se dirige a Castelnuovo con su flota para recuperarla con 10.000 infantes y 4.000 jenízaros, sus soldados de elite, junto con el ejército de del gobernador de Bosnia Ulamen de unos 40.000 hombres.

Barbarroja desembarca con toda su flota frente a Castelnuovo y comienzan a montar las piezas grandes de artillería para bombardear la ciudad.

Comienza las escaramuzas y encamisadas que le eran tan propicias en la táctica de los tercios. En una de las salidas 800 españoles en "encamisada" pillan por sorpresa a los turcos, que ante la sorpresa de que los sitiados sean los que salga con esa ferocidad, deben de retirarse hacia el mar despavoridamente, muriendo más de 1.000 atacantes, dejando las piezas de artillería atrás. Barbarroja  en vista de la situación prohíbe que sus soldados ataquen cuerpo a cuerpo habiendo visto lo desventajoso que era para ellos y deja todo el peso de la toma de Castelnuovo a la artillería. 

Los españoles tenían dos grandes ventajas frente a los turcos en los enfrentamientos. Una era que iban acorazados  frente a los jenízaros que iban con prendas de cuero, y eso evitaba que muchas heridas fueran mortales. La otra ventaja eran las armas de fuego. Estas se cargaban en la mitad de tiempo disparando así el doble veces, con lo cual en los enfrentamientos cuerpo a cuerpo siempre iban con ventaja.

En un accidente explota un polvorín de la ciudad pereciendo la mayoría de los artilleros y la consiguiente pérdida de pólvora. Fue un golpe muy duro para la defensa de las posiciones.

Barbarroja al ver de las dificultades que iba entrañar la toma de la ciudad llama a Sarmiento a parlamentar. En una primera entrevista entre ambos Barbarroja les ofrece una salida digna, dándole barcos para su partida a Italia con todos sus pertrechos, sus banderas, incluso una compensación económica. Sarmiento le dice que lo hablará con sus capitanes, pero no cree que acepten una rendición. En la reunión que tiene con ellos, Juna Vizcaino, MunguíaLuis de Haro, entre otros, deciden como era de esperar, que no aceptarían ningún tipo de rendición aun siendo favorable. Su respuesta fue "que viniesen cuando quisieren". ¡Incluso teniendo el beneplácito de Doria!, que le había hecho llegar una carta a Sarmiento en la que le decía que no podía suministrar víveres ni hombres a Castelnuovo y le dejaba abierta la puerta a una rendición según conviniesen ellos. Sarmiento manda a su hombre de confianza el alférez Garci Méndez a dar la respuesta a Barbarroja. Este le insiste en que no van a tener ninguna posibilidad, que van a morir todos. Incluso le dice que a su señor, por Carlos V, le cuesta años formar a un soldado y que él solo necesita barriles de pólvora para acabar con ellos. Le pide que recapacite y se lo haga trasmitir a Sarmiento. Pero la respuesta es siempre la misma no habrá rendición, aun sabiendo que les esperaba una muerte segura. Garci Méndez vuelve a reunirse con Barbarroja diciéndole que si se rindieses perderían todo su honor, que no podría ir a ningún sitio, que serian blanco de risas y decretaditos, siendo de igual modo tildados de cobardes allí donde fueren.

COMIENZA EL ASALTO

Barbarroja se centra en el bombardeo durante más de una semana sobre la ciudad, sus murallas y fortificaciones. El  25 de julio se produce el primer asalto general, siendo repelido. 

Jenízaros
En los días posteriores siguen los bombardeos deteriorando la muralla el fuego enemigo. Los españoles se reagrupan y realizan una nueva salida con 600 voluntarios. De nuevo llevan a los otomanos hasta el mar, incluido el mismo Barbarroja, que tiene que ser escoltado hasta su galera montando en cólera. No es de entender que un puñado de hambrientos soldados pongan en jaque de nuevo a un ejército de más de 50.000 hombres. Hay que recordar que el tercio no superaba los 3.000 soldados. Las pérdidas para los turcos son tremendas, miles de turcos son abatidos. Sandoval da la cifra de 6.000 hombres, tal vez un dato demasiado exagerado pero muchos turcos murieron en una retirada desordenada, por unos 50 españoles. Lo que sí es seguro es que  esta salida fue la gran oportunidad que perdieron los hombres de Sarmiento, ya que al haber huido los otomanos dejando las piezas de artillería tras de sí. Los españoles debieron de haberlas inutilizado. De haberlo conseguido el asalto a la ciudad posiblemente no se habría podido producir.

Soldados españoles

Pero después de este varapalo sufrido por Barbarroja las cosas tornarían más oscuras para los españoles en los siguientes días. Unos desertores del tercio van a caer al campamento de Barbarroja diciéndole a este por donde es más factible la invasión de la ciudad. El punto débil es la ciudadela norte. Allí es donde ahora concentran el fuego de la artillería de grueso calibre los otomanos durante 5 días.

El 5 de agosto un nuevo asalto resulto infructuoso. Al día siguiente por la ciudadela norte con los muros ya derruidos se produce un nuevo asalto. Los españoles hacen volar una mina causando muchos muertos entre los turcos. La defensa guiada por Sarmiento y Garci Méndez es repelida después de todo un día de encarnizada lucha, quedando solo 12 hombres en pie al final del día.

El 7 se repite el ataque y este ya si daría ya sus frutos tomando la una de las torres de la muralla. Los turcos habían aprovechado un aguacero para atacar con lo cual los arcabuces con las mechas mojadas no podían usarse. Usan los muertos para tapar el foso y poder acceder a las posiciones españolas en lo poco que quedaba de muralla. El agua caída impide prender la mecha de una mina que había puesta para cuando llegasen a la torre los jenízaros hacerla explotar. La lucha fue cuerpo a cuerpo y ahí la diferencia tan enorme de número hizo que la balanza se inclinase hacia los turcos. Más de 1.000 piqueros y coseletes  murieron en ese asalto. Munguía, Marquesa, Haro y Garci Méndez con los supervivientes se retiran de la ciudadela norte al Castell Mare, donde quedaban solo los heridos graves y la población civil. Estos últimos ante el miedo que tenían a que los jenízaros entrasen en el castillo, rompieron el puente y bloquearon la puerta. Garci Méndez cuando llego a la misma vio que no podía entrar. Desde las murallas le lanzaron una cuerda por la que trepo hasta dentro del castillo.

Seguidamente Vizcaino, Frías y Sarmiento que estaba herido, junto con 600 hombres supervivientes llegan a la puerta del castillo y al ver que está cerrada se parapetan dejando el castillo a sus espaldas. Garci Méndez llama a Sarmiento y le ofrece la cuerda para subir, pero este le dice ‘’Nunca quiera Dios que yo me salve y los compañeros se pierdan sin mí’’. Allí solo les puede esperar la muerte. Son rodeados por miles de jenízaros que les superan en número dándole muerte a todos ellos.

Munguía ante la posibilidad de que los jenízaros ávidos de sangre entre en el castillo, salta del mismo y se dirigen con otros hacia la playa buscando la tienda de Barbarroja para no ser masacrados dentro del Castillo.

Barbarroja llego a un acuerdo con los que quedaron dentro del  castillo, unos 300 contando a mujeres y niños, más otros tantos que deambulaban por la ciudadela, para salvar sus vidas frente a la venganza que aclamaban sus hombres sobre los vencidos. Barbarroja quería que Sarmiento le fuera entregado vivo a modo de trofeo. Al no ser posible lo buscaron entre los muertos pero fue imposible hallarlo.

LA MUERTE DE MACHIN DE MUNGUÍA

En la galera de Barbarroja estaban los oficiales quedaron vivos Luis de Haro, Marquesa, Garci Méndez, Frías entre otros que habían quedado vivos, junto con Machín de Munguía, que tan bravamente había peleado en Preveza contra él. Le ofreció que se le uniese como capitán y al negarse esté le corto allí mismo la cabeza delante de todos. Los oficiales fueron llevados a Estambul y encarcelados. Los demás fueron enviados a remar a las galeras por el resto de sus días.

RESULTADO FINAL DEL ASEDIO

El resultado final del sitio de Castelnuovo fue una pírrica victoria otomana. Las cifras varían según las fuentes pero está en torno a los 25.000 turcos y de los 3.000 soldados del tercio se salvarían unos 100 hombres, la mayor parte heridos.

También cabe relatar la versión que daría de los acontecimientos Doria. El cuenta al Emperador que "no más de 3.000 turcos morirían en el asalto", que no hiciera caso alguno a lo que se iba contando. Sobre la muerte de Munguía narra los hechos de otra forma. Doria dice que cuando Munguía está en la galera de Barbarroja a punto de ser decapitado, el capitán vasco le dice "de haber peleado los venecianos como los españoles y no haber eludido el enfrentamiento, sería el propio Barbarroja el que estaría de rodillas y él con la espada para cortarle la cabeza". Todo esto puede ser considerado como una forma de afirmarse Doria en su teoría de porqué fue la derrota en Preveza, y las cifras totalmente exiguas de las muertes otomanas se pueden entender para no enfatizar la defensa de Castelnuovo por el tercio de Sarmiento en detrimento de la pobrísima acción que tuvieron sus galeras cuando dispuso de una enorme superioridad numérica y no supo sacarle ningún partido.

SUPERVIVIENTES DE CASTELNUOVO

Barbarroja llevo hasta el Solimán en Estambul a unos cuantos prisioneros entre ellos Garci Méndez. Allí estuvieron encerrados hasta el 1545 cuando su hijo Hasan coronado rey de Argel, los reclutase en una galera para el trayecto hasta dicha ciudad. Unos 25 supervivientes de Castelnuovo lograron tomar una de las galeotas matando a sus captores y zarpando de Turquía. A duras perna lograron llegar a Sicilia, ¡cinco años después del sitio de Castelnuovo!. Cuando llegaron nadie se podía creer que pasado tanto tiempo hubiesen podido escapar de la garras del enemigo infiel y presentarse en Italia tras una azarosa navegación por el Mediterráneo. Gracias a estos supervivientes se conocen los detalles de la batalla desde dentro, ya que pudieron contar como ocurrió todo. Los racionamientos, la dura batalla, el no rendirse anta un enemigo tan superior en número y un sin fin gestas. 

La defensa de Castelnuovo ha pasado a la historia como una de las más acérrimas y numantinas de la historia militar. Con una proporción prácticamente de 1 a 20 tuvieron en jaque a Barbarroja y de no ser por los desertores, los accidentes internos le habría sido mucho más difícil la toma de la plaza. Este notorio acontecimiento fue contado, cantado y sabido por toda Europa.

BALANCE FINAL DE LA SANTA LIGA

El resultado final de esta Santa Liga fue decepcionante con la derrota en Preveza, que pudo ser desastrosa, y la pérdida de un tercio completo en Castelnuovo. Las razones pueden ser muchas. La principal la falta de liderazgo de Andrea Doria, que no supo manejar con autoridad y firmeza la flota que le fue entregada. Actuó de manera lenta y titubeante en el calor de la batalla no siendo seguido por venecianos y el papado. La aptitud de los venecianos, fue muy conservadora y con muchos recelos hacia el genovés. Los intereses de los firmantes de la Liga eran comunes frente a la expansión de los otomanos en el Mediterráneo pero muy distintos entre sí. Los venecianos ansiaban mantener sus rutas comerciales, el papado no ser invadidos y los imperiales si que era el frenar a los turcos en cualquier escenario europeo desde Viena hasta Argel. 

Castelnuovo fue distinto, su defensa junto a la de Malta, son las mas acérrimas del siglo. La maltesa fue una victoria gracias a los refuerzos que llegaron desde Italia, pero la de Castelnuovo no tuvo ningún tipo de ayuda de la marina y por ello cayeron, no sin llevarse para delante a muchos otomanos.

De haber salido victoriosa la Liga las cosas habrían cambiado mucho para los españoles porque posiblemente no habría existido Lepanto ni las sucesivas batallas contra los turcos hasta 1571. No habrían ocurrido tantos saqueos de ciudades ni ataques al trafico marítimo, con las consiguientes pérdidas de hombre y material. Que a su vez se habrían puesto en otros escenarios europeos que nos necesitaban como las guerras centro europeas de religión y Flandes.