LA DIETA DE AUGSBURGO Y EL INTERIM
Con la victoria de Mühlberg quedaba descabezada y desecha la liga Esmalcalda pero no así todos sus territorios y partidarios, quedando un arduo trabajo de tomar las ciudades rebeldes más importantes. Carlos V quería unificar de nuevo su Imperio dividido por las creencias religiosas, confiando para ello en el anhelado concilio.
Wittemberg era la capital de Sajonia, y núcleo principal de los rebeldes. Con el ejército de Juan Federico derrotado al ciudad estaba a los pies de Carlos. Wittemberg estaba bien defendida por la mujer de Juan Federico, Sibila de Cléves, que no iba a rendir la ciudad.
Para evitar un largo y tedioso asedio Carlos creó un consejo de generales para juzgar a Juan Federico presidido por el duque de Alba que condeno al reo a muerte por decapitación. Carlos mando una misiva a Sibila en la que le decía que si no rendía la ciudad le entregaría la cabeza de su esposo.
Al mismo tiempo tanto el duque de Cléves, el elector de Brandeburgo y Mauricio de Sajonia intentaban persuadir a Carlos de que no ejecutase la condena. Mauricio que sería el gran beneficiado de la perdida de territorios y rentas de de su primo, no quería quedar como el brazo ejecutor de Juan Federico ante los que serian sus súbditos, ya que él sería el próximo elector de Sajonia.
Con todo esto se llegaría a un acuerdo por el cual, Juan Federico pondría en libertad al margrave Alberto de Brandeburgo, cedería al Emperador el electorado de Sajonia incluido Wittemberg. En lo que el antes elector no daría su brazo a torcer es en las creencias religiosas, ya que se negó a admitir los principios que se derivasen del Concilio de Trento, antes de ello prefería la muerte. En este punto Carlos cedió.
La entrada de Carlos en Wittemberg fue en mayo de 1547, mostrándose en todo momento atento con Sibila e incluso desoyó al duque de Alba cuando frente a la sepultura de Lutero, no lo mandó quemar como proponía su general.
Como era de esperar tanto el electorado pasó a manos de Mauricio de Sajonia que hacia engordar su poder dentro del imperio, algo que se pondría en contra del Emperador.
Ahora Carlos y su ejército partirían hacia Halle en busca del landgrave de Hesse el segundo en la lista de los mas buscados por los católicos. Tanto Alberto como Mauricio (yerno de Felipe de Hesse) intercedieron ante el Emperador para pedirle clemencia. Este acepto y Felipe tras su sometimiento a la figura del Emperador, arrodillándose ante él, y tras una onerosa recompensa por los gastos de guerra de 150.000 florines le dejaría en libertad y no le confiscaría sus territorios. Pero tras el acto de arrepentimiento ante Carlos este decidió no dejarlo en libertad como querían los príncipes alemanes y lo mantuvo como a Juan Federico preso, siendo paseado por todas las ciudades rebeldes que fue visitando. A estas ciudades protestantes las desposeyó de su artillería llevándola a plazas italianas y españolas, mostrando así la victoria obtenida sobre los luteranos.
DIETA IMPERIAL DE AUGSBURGO 1547
Fue convocada para el 1 de septiembre para de nuevo terminar con la guerra religiosa del Imperio. Carlos se presento victorioso con su ejército acampando dentro de Augsburgo. En estas sesiones de la Dieta Imperial acudirían príncipes y embajadores de todas las ciudades del Imperio, tanto católicos como protestantes.
También por parte de la familia Habsburgo se reunirían los tres hermanos Carlos, Fernando y María. Carlos en una entrevista le hace saber a María, a la que siempre tuvo en gran estima, que deseaba que el titulo de rey de Romanos y el Imperio recayese sobre su hijo Felipe. María le traslado a su hermano el deseo de que renunciase al Imperio en favor de su sobrino Felipe, algo que le pareció impensable para Fernando que pensaba que su hijo Maximiliano debería ser el futuro heredero. Tal fue la reacción de Fernando que se sentía traicionado por su hermano, al que tan grandes servicios había prestado durante tantos años, que Carlos no quiso volver a tratar el tema.
Ocurrió otro suceso que enturbio más aun las relaciones entre el papa Paulo III y el Emperador. Pedro Luis Farnesio, duque de Parma y Plasencia, hijo de Papa, murió asesinado en septiembre en esta última ciudad. Tras este crimen estaba la figura de Fernando de Gonzaga, virrey de Sicilia quien había actuado como venganza tras la muerte de Juannetin Doria. Farnesio era una de las figuras que confabularon contra los Dorias en Génova, donde el almirante Andrea pudo escapar pero su querido sobrino Joannetin fue asesinado. Gonzaga aprovechó esta situación de desgobierno y con sus hombres tomó la ciudad para el Emperador. El papa Paulo quería que Carlos castigase a Gonzaga por estos hechos y que esta ciudad pasase a su nieto Octavio, algo que fue ignorado por el Emperador. Encolerizado Paulo busco apoyos en Enrique II de Francia contra Carlos pero esto no concluyó en nada.
Carlos en la dieta forzó a las partes a que reconocieran el concilio y se sometiesen al mismo. Pero el concilio estaba suspendido y debido a los acontecimientos antes relatados no había animo por parte del pontífice en reanudarlo. Los prelados y obispos estaban en Bolonia, ciudad papal, y no querían que se trasladasen a Trento como deseaban los imperiales, y continuase el concilio. Los príncipes alemanes no aceptarían un concilio en Bolonia bajo la total presión del papa y solo lo admitían en Trento.
INTERIM DE AUGSBURGO 1548
Carta para el cumplimento del Interim |
Con este escrito Carlos convocaría para el 15 de mayo la Dieta, en donde se leería dicho documento quedando aprobado y publicado como ley en junio de 1548.
Como no cabría duda, este escrito fue duramente criticado por ambas partes. Los más críticos fueron ciertamente los católicos que no veían con buenos ojos el papel que se había adjudicado el Emperador. Este representaba funciones que solo correspondían a la iglesia. Algunas ciudades católicas se opusieron y tuvo Carlos que emplear las armas para someter el Interim en la propia Augsburgo, Ulm, Spira o Colonia.
Carlos se desplazó a Flandes donde dejaría encarcelado a Felipe de Hesse y esperaría la llegado de su hijo Felipe. Mientras Maximiliano llegaría a España para casarse con la infanta María y hacerse con el gobierno español muestras Felipe estuviese en Flandes con su padre.